Conversaba con una gran amiga sobre la responsabilidad de los directorios en las empresas de cara a los propósitos que se persiguen en el gobierno corporativo y cómo estos necesitan grandes dosis de valores y ética de cumplimiento en los profesionales que los conforman. Leía en paralelo la noticia de la privación de la libertad a un ejecutivo de una empresa automotriz en Europa a raíz de su involucramiento y responsabilidad directa en el fraude del control de emisiones descubierto hace pocos años y que aún se sigue investigando.
Dentro de este marco y a raíz de todos los esfuerzos que venimos haciendo como país para ser miembros de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, por sus siglas en inglés), me preguntaba, ¿qué podríamos hacer para ayudar con este objetivo?, ¿cómo desde nuestra propia realidad podemos contribuir de manera tangible a mover la aguja?; ¿cómo a nuestro plano individual le sumamos un propósito superior que aporte a lo que el país necesita?
Solo para recordar, ¿Qué busca OCDE? Fomentar y ayudar a a los gobiernos a comprender y evaluar positivamente el uso de principios y consideraciones para bajo un enfoque social, hacer frente a los distintos desafíos que plantea la globalización, la economía de la información. OCDE se preocupa de brindar un medio a través del cual los gobiernos puedan comparar las experiencias políticas, buscar respuestas a problemas comunes, identificar buenas prácticas y trabajar en la coordinación de políticas nacionales e internacionales. Y ¿Qué busca el buen Gobierno Corporativo? Facilitar un escenario de confianza, transparencia y rendición de cuentas que aseguren las inversiones, que garantice la estabilidad financiera y la integridad en los negocios públicos y privados.
¿Entonces, por dónde va el nexo entre la OCDE y el Gobierno Corporativo? OCDE busca que un buen Gobierno Corporativo cumpla ciertos principios fundamentales que aseguren una contribución tangible a los objetivos que busca. ¿Cuáles son esos principios?:
- Garantizar y consolidar las bases para un marco eficaz de gobierno corporativo (público y privado).
- Asegurar los derechos y tratamiento equitativo de los accionistas y sus funciones clave de propiedad.
- Garantizar las Inversiones institucionales, mercados de valores y otros intermediarios financieros.
- Reconocer los derechos de los grupos de interés relacionados.
- Comunicar y divulgar información transparentemente.
- En el marco de las responsabilidades de un directorio o consejo de dirección, garantizar el acceso a información precisa, transparente y oportuna.
Estos principios ayudarán a mejorar el marco legislativo, reglamentario e institucional de un buen gobierno corporativo, se busca favorecer la eficiencia económica, la estabilidad financiera y un crecimiento sostenible. Hay que asegurar los incentivos a los accionistas y directivos de las empresas, así como a los proveedores financieros y de servicios, para fomentar el desempeño de sus funciones dentro de un marco de controles y contrapesos. En el caso de las empresas y entidades del estado, que se cumplan los objetivos sociales que se proponen, por sobre los intereses económicos.
Dicho esto, por formación y dedicación voy a circunscribir el análisis de esta relación de conceptos, al mundo de la gestión y dirección de tecnología. Aquí no hay nada que inventar, el camino va por el lado del Gobierno de TI, el cual está perfectamente alineado a los objetivos de Gobierno Corporativo. COBIT (Objetivos de Control para Información y Tecnologías Relacionadas, por sus siglas en inglés) es un gran marco de referencia que asegura dicho alineamiento. El asunto es transitivo, si hacemos buen Gobierno de TI, contribuiremos al Gobierno Corporativo empresarial, el mismo que es fundamental para los objetivos que busca promover OCDE dado que cree firmemente en ello. Un buen Gobierno de TI puede contribuir desde nuestro rol individual (caso gestor de TI) y es el nexo que ayudaría a elevar el nivel de pensamiento para moverse en los ámbitos de un propósito superior.
Un poco más de detalle.
Cuando se trata del Gobierno de TI, se pueden tomar buenas decisiones solo cuando se considera la naturaleza sistémica de este gobierno y de su gestión. Esto significa lo siguiente, para tratar desde el ámbito de la tecnología con cualquier necesidad de un grupo de interés, existen factores inter-relacionados (llamados en COBIT “catalizadores”) que tienen que ser analizados para asegurar que sean relevantes. Recordar que uno de los objetivos de alto nivel de COBIT es alcanzar las diferentes metas corporativas.
Procesos del Gobierno de TI
COBIT asegura el gobierno de TI a través de la implementación de varios procesos de gobierno o de gestión y dependiendo del tamaño de la organización pueden adoptarse los que más se acomoden a la naturaleza y complejidad del negocio (ver siguiente cuadro). Pero más que el número de procesos, lo que interesa es que las metas de gobierno y gestión empresarial queden cubiertas. Aquí se evidencia un nexo directo entre el Gobierno de TI y lo que buscan los principios de OCDE para el Gobierno Corporativo.
OCDE, Gobierno Corporativo y Gobierno de TI
Relación transitiva en busca de los objetivos de plano superior OCDE:
Existe un nexo de claridad meridiana entre los objetivos de OCDE para el Gobierno Corporativo (a través de los principios que fomenta) y éste último a su vez con el Gobierno de TI. Si busca hacer algo al respecto desde su rol y darle una mirada de propósito superior a sus objetivos personales, este es el camino.